HARBIN, 30 may (Xinhua) -- Un agricultor de la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China, encontró en su plantación de verduras tres bombas dejadas por las tropas invasoras japonesas durante la Segunda Guerra Mundial.
Liu Chengyuan, de la ciudad de Hulin, ubicada cerca de la frontera entre China y Rusia, cultiva espinaca, berenjena y frijoles en una peque?a parcela.
"No me dio miedo cuando encontré las bombas. Hace 30 a?os ya había dado con otra cuando estaba nadando con un amigo en el río Wusuli. No sabíamos qué hacer con ella, y al final la vendimos a una estación de recolección de chatarra. Pero ahora sé que esa no es la forma más segura de deshacerse de una bomba", dijo.
Liu entregó los artefactos, cada uno de 30 centímetros de largo, al Museo de Reliquias de la Agresión Japonesa contra China de la Fortaleza Hutou.
Zhang Shanlin, un funcionario del museo, dijo que antes de 1943 había más de 200.000 soldados japoneses estacionados en Hulin. Una gran cantidad de municiones y equipos militares fueron dejados atrás por los invasores después de la guerra.
Las bombas serán exhibidas en el museo.
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